A principios de este año, muchos economistas y analistas del mercado estaban pronosticando una recesión financiera apocalíptica que potencialmente sacudiría la economía estadounidense en los próximos años. Inmediatamente comenzaron a compararla con la Gran depresión de hace un siglo. Seis meses después, la economía todavía está tratando de estabilizarse, pero es evidente que el país no enfrentará la devastación total…
